ESTACIONES - una vida más
Durante más de 200.000 años de evolución, el movimiento y la actividad física han sido fundamentales en el desarrollo del cuerpo humano. Gracias al movimiento, la lucha contra el frío o el calor, al pasar unos días sin comer y otros buscando agua, nuestro cuerpo ha desarrollado mecanismos de defensa propios para enfrentarse a esas circunstancias difíciles.
Nuestro cuerpo es capaz de desarrollar un sistema inmune para defenderse contra bacterias y la invasión de un virus. La sudoración nos refresca en días de calor y la grasa marrón nos calienta cuando pasamos frío. Los riñones son capaces de regular el nivel de sal dentro del sistema, cuidando la hidratación del mismo. Para no morirse de hambre, nuestro cuerpo tiene la capacidad de almacenar energía de manera muy eficaz, acumulando grasa y preparándose para los tiempos difíciles sin encontrar comida.
Nuestro sistema está perfectamente adaptado a lo que era la vida en el pasado; el problema viene con la descompensación por el estilo de vida al que nos hemos acostumbrado. Ya no experimentamos frío, hambre ni calor, y el nivel de nuestra actividad física se ha reducido al mínimo. La mayoría de las enfermedades más graves son, en gran parte, enfermedades relacionadas con el estilo de vida, y poco a poco el cuerpo se enferma.
Lo bueno es que nuestro cuerpo es muy plástico y puede regenerarse apretando los botones correctos. Muchas de estas enfermedades se pueden mejorar con cambios en los hábitos y en el estilo de vida. Con el Servicio de ESTACIONES – Una vida más, te proporcionamos las herramientas para obtener un estilo de vida más saludable y adaptado a las necesidades de tu cuerpo. Todo basado en tus objetivos y en un profundo análisis de tus hábitos actuales, como el nivel de salud actual.